CARIÑENA: Procede de la región aragonesa que le da nombre, aunque los vinos más característicos de esta variedad se hagan en el Priorato, mezclados con Garnacha. Sus mostos destacan por su profundo color y carga tánica –envejecen muy bien– y poseen una buena acidez y sabor, pero tal vez resulte un poco corta de aromas (tonos florales). En La Rioja, conocida como Mazuelo, es una uva ancestral que se utiliza en los coupages con Tempranillo, Graciano y Garnacha.
GARNACHA TINTA: Es la segunda variedad tinta del mundo en extensión de viña (en Australia es la segunda más plantada; en España la primera). De raigambre aragonesa (Cariñena, Campo de Borja), participa en la elaboración de excelentes tintos riojanos, o rosados navarros y es la estrella en Priorato, cuya fama consiguió sacarla del ostracismo. Capaz de aguantar las condiciones más adversas, aporta a los vinos suavidad y madurez.
GRACIANO: Es una variedad riojana que también se cultiva en Navarra, aunque en ambos casos a pequeña escala. Muy aromática y de larga vida, resulta idónea para la elaboración de reservas y grandes reservas, porque además produce vinos con más estructura y color que los de Tempranillo, a los que mejora con su potencial aromático. Se utiliza igualmente en la producción de rosados.
MENCÍA: Uva dulce, aromática y equilibrada que precisa de un clima atlántico como el de El Bierzo o Valdeorras, en Orense, zonas españolas en que se cultiva. También en la gallega Ribeira Sacra se le saca un excelente partido, produciendo tintos de color cardenalicio, de aromas elegantes y afrutados y con un buen equilibrio alcohol-acidez. También es mayoritaria en El Bierzo, donde se hacen magníficos varietales, y donde está dando su mejor expresión.
MONASTRELL: Variedad típicamente levantina, sus viñedos se reparten por Castilla-La Mancha, Valencia, Cataluña y sobre todo por las murcianas Yecla y Jumilla. Precisa de climas continentales de gran insolación, dando lugar a vinos rosados y tintos jóvenes afrutados, suaves, alcohólicos, ligeramente secos y carnosos.
TEMPRANILLO: es la principal variedad tinta española, protagonista de los grandes vinos riojanos o de la Ribera del Duero, donde se la conoce como Tinta del País. Manifiesta igualmente mucha calidad en la D.O. Toro (la llaman Tinta de Toro) y en Castilla-La Mancha, donde también se llama Cencibel. Los mejores tempranillos son vinos elegantes, intensamente afrutados y muy aptos para el envejecimiento. Se adapta a muchos tipos de vinos (rosados, los de maceración carbónica de la Rioja Alavesa, jóvenes o de guarda) y ensambla perfectamente con otras variedades a las que aporta color, estructura y carga tánica. Magníficos monovarietales, son los vinos españoles más reconocidos en el mercado internacional.
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